jueves, 28 de noviembre de 2019

Salió de su aldea para aprender a leer y volvió arquitecto






por @MarMunizRuiz para El Mundo

El trabajo de Francis Kéré (Gando, 1965) no se entiende sin su Burkina Faso natal. 
Se marchó de allí para estudiar en Berlín y allí volvió para construir el primer colegio de su aldea.


Retrato del arquitecto Francis Kéré ERIK-JAN OWERKERK


El concepto de arquitectura social adquiere con Diébédo Francis Kéré (Gando, Burkina Faso, 1965) una dimensión radical y alejada de cualquier efecto cosmético. 
La entrega a la comunidad vertebra su trabajo como una savia nutritiva, y con ella le devuelve a su gente lo que un día recibió. 
Kéré es un hombre bumerán: hijo del jefe de la tribu, aprendió a leer, se hizo carpintero y una beca le sacó de Gando, su aldea del África occidental, para aterrizar en Berlín. 
Allí estudió arquitectura, allí tiene su estudio (Kéré Architecture), allí formó una familia y allí podría haberse quedado. Pero volvió.

Lo hizo para mejorar la vida de aquellos que también son él y cuyas oportunidades de prosperidad escasean. 
La educación es la clave y ese fue su objetivo, casi una obsesión: "Siempre ha sido una fuerza motriz en mi trabajo. Gracias a ella pude convertirme en arquitecto y por ella construí el colegio de Gando, mi primer edificio", explica. 
Así, otros no tendrán que mudarse a la ciudad para poder ir a la escuela, como hizo Kéré de niño.

Me hice arquitecto porque sabía que era mi deber devolver algo a la comunidad que me crió.

Pero el burkinés no regresó a la europea. 
Su foco nunca se despegó del contexto, es decir, de África y su realidad. 
Por eso, en su trabajo, la fusión de tradición local y modernidad no es sólo un eslógan y, además, trasciende lo puramente estético. 
Hay veces en que las necesidades son demasiadas. 
Tanto es así, que en muchos de sus proyectos la comunidad participa activamente en la construcción de los edificios. 
Esta aportación va más allá de la mano de obra pura y dura, puesto que la incorporación de elementos identitarios refuerza el vínculo de la gente con la obra de Kéré. 
Así sucede en la Biblioteca de Gando, por ejemplo, donde los orificios circulares de la cubierta, que permiten la entrada de aire y luz naturales, están hechos con vasijas artesanales de la aldea cortadas por la mitad e incrustadas en la estructura de hormigón.BIBLIOTECA DE GANDOFRANCIS KÉRÉ



Pregunta. ¿Cómo combina los métodos de construcción tradicionales con las técnicas modernas?

Respuesta. Quise mejorar las técnicas existentes para hacer frente a las inclemencias del tiempo en Burkina Faso. 
Por ejemplo, los ladrillos de barro se hacían a mano, con moldes de madera, y se secaban al sol. 
Cuando construí el colegio, añadimos cemento a la arcilla y usamos una máquina para prensarlos. 
Estos dos cambios hicieron que los ladrillos fuesen más fuertes y uniformes. 
Otro ejemplo es el techo. Se suele usar hierro ondulado porque resiste bien la lluvia, pero los espacios interiores se calientan mucho. 
Necesitaba hacer que la temperatura en las aulas fuese adecuada, así que diseñé un techo doble: primero uno de barro, con aberturas que permitiesen la circulación de aire y luego, elevado por encima, otro de hierro.

Primer edificio, primer premio para Kéré. 
En 2004, el colegio que construyó en su aldea le valió el galardón Aga Khan de Arquitectura, un reconocimiento que cambió su vida y que le recuerda "por qué estudió arquitectura", reconoce. 
Después, han llegado otros, como el Global de Arquitectura Sostenible (2009); dos oros en construcción sostenible en los premios Holcim (2011 y 2012), por la Escuela Secundaria de Gando; el Kenneth Hudson en 2015, por su espacio en el Museo Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en Suiza; y el Arnold W. Brunner en 2017, concedido por la Academia Americana de las Artes y las Letras, entre otros reconocimientos.

Ha desarrollado su trabajo, además de en sus dos casas, Burkina Faso y Alemania, en China, Kenia, Suiza, Mozambique, etc. 
Ahora, avanza, su estudio tiene encargos para construir una escuela en Alemania, un instituto de tecnología en Burkina Faso y un pabellón artístico en EEUU.

P. ¿Se pueden extrapolar sus proyectos en África a otras partes del mundo?

R. Mi filosofía se puede aplicar en cualquier lugar, porque se basa en el análisis del entorno en el que se está construyendo, en sus materiales y en ver cómo sus edificios pueden mejorar la experiencia de la gente con el medio ambiente. 
Uno tiene que ser consciente de dónde está y diseñar sus edificios para el lugar en el que se ubicarán.PABELLÓN SERPENTINE GALLERYIWAN BAAN

Francis Kéré ha llevado su arquitectura a Harvard, a la Universidad Técnica de Berlín y a la Academia de Arquitectura de Mendrisio (Suiza). Su obra se ha expuesto en Múnich, Philadelphia, Nueva York, Londres y, recientemente, en el Museo ICO, de Madrid
En la muestra, llamada Elementos Primarios, se incluyó una reproducción a escala del pabellón de la Serpentine Gallery londinense, un encargo que llevó a cabo en 2017. 
Esta galería de arte moderno y contemporáneo encarga cada año el diseño de un espacio exterior a reputados arquitectos. Kéré construyó un gran árbol para que sirviese, como así sucede en Burkina Faso, de punto de encuentro de la comunidad. 
Este trabajo, de belleza exótica y rotunda, puso en valor también la arista más urbana y cosmopolita de su arquitectura.

P. Usted apuesta por una arquitectura social, útil para las personas. ¿Qué opina de los proyectos espectaculares con presupuestos millonarios?

R. La arquitectura social y la comercial pueden complementarse, siempre y cuando permitan tanto la innovación como la exploración de nuevas fronteras. Si uno se centra en un solo tipo de arquitectura, se está negando el potencial de aprender, explorar e influir en otros campos.

lunes, 3 de junio de 2019

Elizabeth Diller, la arquitecta que transformó Manhattan



Elizabeth Diller en su estudio de Manhattan. LANDON SPEERS
publicado en El País 
Álex Vicente

Autora de la High Line, la ampliación del MoMA y el centro de artes escénicas The Shed, la arquitecta Elizabeth Diller reimagina las instituciones culturales.
El espacio de trabajo de Liz Diller se encuentra en un antiguo almacén a dos pasos del río Hudson, con vistas panorámicas a la densa retícula de la ciudad que ha logrado transformar en cuestión de años. 
Nueva York lleva una década colmándose de los proyectos de esta arquitecta de 64 años y rictus solemne esconde una insospechada sonrisa de niña traviesa. 
Suya es la renovación del Lincoln Center, la ampliación del MoMA y, sobre todo, la rehabilitación de la High Line, el exitoso paseo elevado sobre un tramo de ferrocarril abandonado que solía cruzar el barrio de Chelsea.

Desde su inauguración en 2009, esa vía peatonal se ha convertido en un hito del urbanismo: todas las ciudades del planeta quieren su propia High Line. 
Fue concebida para unas 300.000 personas, pero el año pasado recibió más de ocho millones de visitantes. 
En cualquier día soleado, se distingue a una masa humana avanzando a paso de tortuga a lo largo de sus dos kilómetros y medio. 
El precio del metro cuadrado se ha encarecido en tiempo récord y los vecinos de toda la vida han tenido que hacer las maletas. 
“Hay demasiada gente y un problema de gentrificación”, reconoce Diller sobre su particular monstruo de Frankenstein. 
“Aun así, ¿habríamos hecho las cosas de otra manera? Probablemente no”.
El centro de artes escénicas The Shed, en Nueva York.


Sobre el papel, nada indicaba que ese fósil del Nueva York industrial se terminaría convirtiendo en parada obligatoria del circuito turístico. 
De hecho, el alcalde Rudy Giuliani estuvo a punto de derribarlo. 
Diller cerró las puertas a la explotación comercial del paseo e incluso conservó en parterres las flores salvajes que crecieron durante sus años de abandono. 
“Pero un arquitecto no puede controlarlo todo”, se resigna. Su proyecto acabaría siendo la punta de lanza de la regeneración de la zona, a la que Diller acaba de sumar otro edificio: The Shed, un centro de artes escénicas integrado en el lujoso y controvertido proyecto de los Hudson Yards, nuevo barrio residencial y comercial que sus detractores describen como un patio para millonarios.
Con un coste estimado en 475 millones de dólares (423 millones de euros) de iniciativa privada, The Shed está pensado para acoger cruces entre música, teatro, danza y artes plásticas en sus 20.000 m2 de extensión. 
Aunque lo más rompedor es su cualidad mutante. El edificio tiene una planta de dimensiones variables. 
The Shed se expande y se contrae gracias a gigantescas ruedas que se deslizan por un raíl industrial, en un guiño al pasado del lugar. 
“La idea era construir un espacio modulable, hasta el punto de ser capaz de agrandarlo o reducirlo en función de las necesidades”, afirma Diller. 
Todo surgió de una reflexión sobre las insuficiencias de los museos para acoger nuevas formas de arte. 
“El mundo cultural está demasiado compartimentado en disciplinas. 
Hemos querido dar un paso adelante y pensar cómo será el arte del futuro”, resume.

En 2018, Diller fue la única arquitecta incluida en la famosa lista de las personalidades más influyentes que confecciona la revista Time. 
Cuando se le recuerda, se encoge de hombros. 
Y recuerda que si ejerce este oficio es “casi por accidente”. Diller se formó en la prestigiosa Cooper Union, pero entonces tenía la intención de convertirse en artista o cineasta. 
“La arquitectura no me convencía, porque la veía demasiado separada del diálogo existente entre el resto de disciplinas. Mi idea fue hacerla entrar en esa constelación de ideas. 
Eso es lo que intento enseñar a mis alumnos”, asegura Diller, que es profesora en Princeton.
Las manos de Diller sostienen una 'matrioshka'.LANDON SPEERS


Como reza el dogma local, la arquitecta es una mujer hecha a sí misma. 
Nació en 1954 en la ciudad polaca de Lodz, hija de supervivientes del Holocausto que terminaron emigrando al Bronx neoyorquino cuando tenía cinco años. 
“No tengo recuerdos de mi país natal, salvo que teníamos pollos en el patio interior”, dice Diller con una sonrisa triste de estadounidense asimilada. 
Su memoria empieza con el transatlántico con el que la familia llegó al Nuevo Mundo, con un huevo duro bailando al ritmo de la marea sobre la mesa de su compartimento. Durante su infancia, Diller repartió diarios y botellas para ayudar en casa. 
“Tengo la clásica historia de una familia de inmigrantes que se sacrifican para que sus hijos tengan vidas mejores. Mientras yo estaba en la universidad, mis padres se partían la espalda”, dice Diller. 
“Nunca podría borrar esos orígenes, incluso si quisiera. 
Es algo que te define para siempre y que fija tu sensibilidad”.
ampliar fotoDiller con una maqueta de The Shed. L. SPEERS


Fundó la agencia que encabeza en 1981 junto a su marido, el arquitecto Ricardo Scofidio, que fue uno de sus profesores en la universidad. 
Durante las primeras décadas de existencia del estudio, convertido hoy en Diller Scofidio + Renfro, no construyeron ningún edificio. 
Prefirieron dedicarse al diseño de espacios para performances o a la confección de utopías arquitectónicas. Por ejemplo, la Slow House (1991), una casa de campo donde una simple puerta hacía las veces de fachada, o el Blur Building (2002), cuyas paredes estaban delimitadas por el vapor de agua y que uno debía visitar con chubasquero. “Cuando era joven, no seguía ninguna norma. 
Todo lo que hacía era criticar y resistir”, confiesa Diller. 
“Con el paso de los años y cierto grado de madurez, entendí que no solo podía dedicarme a la crítica. 
Empecé a funcionar con actitud más productiva”.
Elizabeth Diller. LANDON SPEERS


Aun así, sus propuestas siguen teniendo un componente teórico y vanguardista, un ápice de rebelión y compromiso social que logra matizar, a menudo, el gran espectáculo en el que se ha convertido su arquitectura (no es casualidad que, cuando el cineasta Spike Jonze preparaba Her, le pidiera consejo para diseñar la ciudad distópica que aparecía en la película). 
Diller considera que su disciplina es “una manifestación física de las relaciones sociales”. 
Y sigue preguntándose qué podrá hacer la arquitectura en estos tiempos turbios. 
“Hoy todo va mucho más rápido. 
La sociedad, la economía, la tecnología y el contexto político mutan a toda velocidad. 
Y creo que los edificios no suelen ser buenos para encajar estos cambios. 
Tal vez los arquitectos tengamos que que empezar a hacernos otras preguntas”, sostiene. 
La inmanencia de las catedrales es cosa de otro siglo. Diller no sabe para qué servirán sus edificios el día de mañana, por lo que aboga por “una arquitectura de la infraestructura” que admita otros usos de cara al futuro.
Un detalle de la maqueta de The Shed. LANDON SPEERS


Después de hacerse un nombre en Estados Unidos con sus museos y equipamientos culturales, como el Instituto de Arte Contemporáneo de Boston o la colección privada The Broad en Los Ángeles, el próximo acto de su carrera apunta hacia el extranjero. 
La agencia de Diller tiene dos proyectos de altísimo perfil en Londres: la ampliación del Victoria & Albert Museum y la nueva sede de la Sinfónica de la capital británica, que dirige Simon Rattle. 
En Río de Janeiro terminan el nuevo Museo de la Imagen, en plena playa de Copacabana, y cuentan con otros proyectos en China, Japón y Australia.

En 2017, Diller inauguró en Moscú un enorme parque vecino al Kremlin. 
Ganaron el concurso contra pronóstico, al no haber respetado su principal consigna: no crear ningún espacio de encuentro. “Dudamos antes de trabajar para el régimen ruso, pero llegamos a la conclusión de que lo hacíamos para los ciudadanos y no para el Kremlin”, se explica. 
Su proyecto ha suscitado protestas en los círculos del poder. “Voces conservadoras se quejan porque la gente va allí a practicar sexo. 
A mí me parece buena señal. Significa que la gente lo ha hecho suyo. 
Y, encima, hemos logrado molestar a esos tipos”, sonríe con satisfacción. 
“Está feo que yo lo diga, pero creo que hemos ganado”. Cuando se ha sido rebelde, algo queda.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Exposicion de Alejandro Aravena en Museo de Arte Moderno Louisiana de Dinamarca





Talleres de arquitectura: Elemental

Alejandro Aravena
del
11.10.2018 - 28.2.2019

En la serie de Talleres de Arquitectura, Louisiana presenta el salón chileno ELEMENTAL con Alejandro Aravena como director artístico. Fue galardonado con el prestigioso Premio Pritzker en 2016, y fue el mismo director del Servicio de Arquitectura de Venecia en Venecia, con el apoyo de todo el grupo ELEMENTAL.
El estudio ELEMENTAL, con sede en la capital de Chile, Santiago, es poco convencional compuesta de individuos con diferentes disciplinas. Trabajan con arquitectura a gran y pequeña escala en Chile y en el resto del mundo y con un enfoque de la arquitectura y planificación urbana que es tanto analítico como pragmático.
Con el galardonado Alejandro Aravena (nacido en 1967), ELEMENTAL ha ganado reconocimiento internacional por, entre otras cosas, Soluciones originales a la escasez de viviendas en los barrios más pobres de Santiago. En lugar de dibujar casas baratas, el salón ha construido la mitad de las casas por el mismo dinero y luego dejó que la otra mitad de la casa fuera llenada por los residentes.
La combinación de un buen diseño y la propia inversión y compromiso de los residentes con el proyecto ha ayudado a crear un área residencial más sostenible. Como ELEMENTAL en sí mismo, formula: "No se trata tanto de la respuesta, sino de hacer las preguntas correctas".
Realdania apoya la serie de exposiciones Talleres de arquitectura.

NO SOLO UN THINK TANK, UN 'TANQUE DE ACCIÓN'

En 2017, Alejandro Aravena recibió el Premio al Desarrollo Sostenible de Gotemburgo ( Precio de Gotemburgo para el Desarrollo Sostenible ), donde él, junto con el grupo ELEMENTAL, recibió el premio. El salón se llama a sí mismo un 'tanque de acción', no solo un grupo de reflexión. Se enfocan en estados de ánimo nuevos y realizables, donde se reconcilian con nuestras creencias comunes.



En 2003, ELEMENTAL construyó por primera vez el desarrollo de la vivienda social llamada 'media casa', donde el salón representa la mitad, que es la parte complicada de la construcción, dejando la otra mitad a las familias individuales para completar. De esta manera, los arquitectos se mantienen dentro del marco financiero sin comprometer la calidad de la construcción, y permiten que los residentes aumenten el valor de sus hogares construyendo la otra mitad. Esta solución también les da a los residentes más propiedad de sus nuevos hogares.
En ELEMENTAL, trabajan sobre la base del principio de que los seres humanos son parte de la solución y no del problema. El concepto de 'media casas' se basa en una forma ampliada de participación del usuario; El proceso comienza cuando los residentes entrantes son invitados a construir modelos de cartón de su futuro hogar junto con los arquitectos, y escuchan sus necesidades y conocimientos. Los residentes comienzan el proceso, y también son los que lo terminan cuando llenan la última mitad de la casa. ELEMENTAL continúa centrándose en la participación ampliada de los usuarios en sus otros proyectos.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Parra-Muller galardonada como arquitecto del año 2018




En el marco de la celebración de la Feria ePower&Building 2018, el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España ha propuesto al estudio Parra-Müller Arquitectura de Maternidades como merecedor del reconocimiento “Arquitecto del Año 2018”, por la labor social y de transformación de la vida de las personas a través de la Arquitectura.
Tras todos estos años trabajando para actualizar los entornos hospitalarios y dotarlos del calor y el cuidado que precisan, es una alegría enorme recibir este galardón, y queremos compartirlo con nuestros clientes, socios, amigos y colaboradores, que desde el principio y a lo largo de los años habéis estado a nuestro lado, confiando, animando, creyendo en nuestra visión y en nuestro trabajo.
La entrega de premios será el próximo jueves 15, a las 16.30 en IFEMA de Madrid, en el pabellón de la feria ePower and Building.

Angela E. Müller
arquitecta
Arquitecta por la Universidad Técnica de Berlín desde 2001. 
Austriaca de nacimiento, comienza su carrera profesional en 1997 como colaboradora del estudio Braunfels Architekten en Berlín. 
Desde su colaboración con Helmut Christen en Viena en la realización de la nueva Maternidad y la reforma del Hospital de Niños de Linz ve crecer su interés por la arquitectura hospitalaria y la capacidad y escala humana de la misma. 
Tras unos años dedicados al diseño en el sector hotelero y retail, funda en 2007, junto con Marta Parra Casado, Parra-Müller Arquitectura de Maternidades. Tras realizar un Máster en Arquitectura, Organización y Gestión de Infraestructuras Hospitalarias, en 2011, se dedica completamente a la humanización de la arquitectura sanitaria.
Su pasión es el diseño basado en los procesos y la escala humana aplicada a los hospitales como estructuras complejas, con sus diferentes usuarios como eje vertebrador de los proyectos.

Marta Parra Casado
arquitecta


Arquitecta por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid desde 1999.
En 1998 comienza su carrera profesional como socia del estudio Virai Arquitectos, en el cual desarrolla concursos, proyectos y obras de edificios singulares escolares, culturales y deportivos.
A raíz de su maternidad, decide dedicarse profesionalmente también a transformar las maternidades hospitalarias, junto con Angela Müller, y comienzan su andadura en Parra-Müller Arquitectura de Maternidades, colaborando con el Ministerio de Sanidad y elaborando el cuerpo teórico del cambio de espacios en las maternidades, que posteriormente desarrollarán mediante proyectos por toda España, Europa y África, siendo pioneras en la aplicación del Diseño Basado en la Evidencia (EBD) en los espacios de parto.
Su pasión por la humanización y el cuidado que el diseño puede aportar a los hospitales ha permitido ampliar su campo de acción a otras áreas hospitalarias, como Pediatría, Oncología y UCIs.

Marta cree en el poder transformador del diseño y la arquitectura, como aliado del bienestar y la salud, desde las necesidades de todos los usuarios.

sábado, 14 de febrero de 2015

Bjarke Ingels Group - Bjarke Ingels

Bjarke Ingels Group
www.big.dk/

Bjarke Ingels
nació: 2 de octubre de 1974 Copenhague, Dinamarca
Dirige el estudio de arquitectura BIG Bjarke Ingels Group, el cual fundó en el año 2006


 "Las ciudades y los edificios deben estar basados en grandes sueños".





BIG es un grupo con sede en Copenhague y Nueva York de arquitectos, diseñadores, constructores y pensadores que operan dentro de los campos de la arquitectura, el urbanismo, la investigación y el desarrollo. La oficina se encuentra inmersa en un gran número de proyectos en toda Europa, América del Norte, Asia y el Medio Oriente. La arquitectura de BIG surge de un análisis cuidadoso de la forma contemporánea la vida evoluciona y cambia constantemente. No menos importante, debido a la influencia del intercambio multicultural, los flujos económicos mundiales y las tecnologías de la comunicación que en su conjunto requieren nuevas formas de organización arquitectónica y urbana. Creemos que con el fin de hacer frente a los desafíos de hoy, la arquitectura puede moverse de manera rentable en un campo que ha sido en gran parte inexplorado. Una arquitectura utópica pragmático que se mantiene alejada del pragmatismo petrificante de cajas aburridas y las ideas utópicas ingenuas de formalismo digital. Como una forma de alquimia programática creamos arquitectura mezclando ingredientes convencionales tales como la vida, ocio, trabajo, aparcamiento y tiendas. Al golpear la superposición fértil entre pragmática y utopía, nosotros los arquitectos una vez más a encontrar la libertad de cambiar la superficie de nuestro planeta, para ajustarse mejor a las formas de vida contemporáneas.


SOCIOS ppales.

BIG dirigido por 12 socios - Bjarke Ingels, Andreas Klok Pedersen, Finn Nørkjær, David Zahle, Jakob Lange, Thomas Christoffersen, Sheela Maini Sogaard, Kai-Uwe Bergmann, Beat Schenk, Jacob Arena, Brian Yang y Daniel Sundlin.



Bjarke Ingels comenzó BIG Bjarke Ingels Group en 2005 después de co-fundar PLOT Architects en 2001 y trabaja en OMA en Rotterdam. A través de una serie de galardonados proyectos de diseño y edificios, Bjarke ha desarrollado una reputación para el diseño de edificios que son como programación y técnicamente innovador, ya que son el costo y los recursos que apliquen. Bjarke ha recibido numerosos premios y honores, incluyendo el Premio del Danish Crown Prince Cultura en 2011, el León de Oro en la Bienal de Venecia en 2004, y el Premio a la Excelencia ULI en 2009. En 2011, el Wall Street Journal otorgó Bjarke el innovador arquitectónico de la concesión del año. En 2012, el Instituto Americano de Arquitectos otorgó el 8 House su Premio de Honor, que calificó de "un proyecto complejo y ejemplar de una nueva tipología." 
Junto a su estudio de arquitectura, Bjarke enseñó en la Universidad de Harvard, la Universidad de Yale, la Universidad de Columbia y la Universidad de Rice y es profesor honorario de la Real Academia de las Artes, la Escuela de Arquitectura de Copenhague. Él es un orador frecuente y ha hablado en lugares como TED, WIRED, AMCHAM, 10 Downing Street, y el Foro Económico Mundial.




Andreas Klok Pedersen es director de BIG Copenhague Socio y Diseño. Es Socio a Cargo de varios concursos, planes maestros de BIG y proyectos a gran escala en Europa y Asia. Más recientemente, Andreas ha llevado a los concursos premiados para el centro de investigación PARC en París, Basilea Transitlager, Groenlandia Galería Nacional de Arte y el Shenzhen Energía mansión, así como el proyecto de planificación regional en curso el lazo de la ciudad. Sus proyectos también cuentan el proyecto de investigación Premio futuro urbano de Audi, el carbono neutral Zira Island en Azerbaiyán, Museo Tamayo, Edificio de Ren Gente, Lego Torres, Kløvermark, Scala Biblioteca, Arlanda hotel y la contribución de BIG para la Bienal de Venecia en 2004 y 2010. Además de la gestión de competencias y el desarrollo de conceptos en BIG, Andreas dirige un estudio de Arquitectura de la Real Academia Danesa de Bellas Artes de Copenhague y conferencias a nivel internacional en la investigación y los proyectos en curso de BIG. Andreas era Invitado-Profesor de la Escuela de Arquitectura de AHO Oslo Noruega en el otoño de 2011.



David Zahle es socio de BIG y el Proyecto y Diseño Arquitecto responsable de muchos de los proyectos premiados BIG's. Su colaboración con Bjarke Ingels se inició en 2002 con la VM Residences en Copenhague. Durante el mismo año David ganó el Hospital Psiquiátrico de Elsinor y posteriormente siguió hasta su finalización en 2006. También dirigió el diseño de la Casa de Conciertos de Stavanger, que fue galardonado con el León de Oro en la Bienal de Venecia de 2004 a la mejor sala de conciertos del mundo, la Centro de Educación Magnakil en las Islas Feroe y el Museo Marítimo de Dinamarca desde su etapa de concepto en el año 2007 hasta su finalización en 2012. Recientemente David ha supervisado el diseño de muchos proyectos importantes, incluyendo una nueva galería de arte y parque de esculturas en Noruega, el Museo Quingdao Ciencia, la competencia Experimentarium en Copenhague y el ganador del premio Amagerforbrænding; Nueva Waste-to-Energy Planta de Copenhague con un techo innovador doblando como una pista de esquí. Además de su éxito el diseño, David ha dado conferencias sobre la obra de BIG en toda Europa y enseñado en toda Escandinavia.




Finn Nørkjær es socio de BIG y ha colaborado con Bjarke Ingels desde que ganó el concurso en su primer proyecto para el Centro Acuático en 2001. Finn fue instrumental en la traducción de la arquitectura visionaria de Bjarke en proyectos que podrían desarrollarse, haciendo recaer su amplia experiencia para la tabla. Además del Centro Acuático, Finn ha trabajado extensamente en la mayor parte de los proyectos construidos de BIG, por ejemplo. las Casas de VM y la montaña que se completó en 2008. Sólo con su minuciosa atención al detalle y la capacidad de trabajar dentro del presupuesto dado era este proyecto avance capaz de ver la luz del día. Últimos proyectos de Finn incluyen el 8 House y el Pabellón de Dinamarca para la Expo 2010 de Shanghai, que se han completado en Copenhague, Dinamarca y Shanghai, China, respectivamente. Actualmente Finn está trabajando en un Centro de Educación de 20.000m2 en MagnakIl en Islas Feroe. 




Jakob Lange es un socio de BIG y ha colaborado con Bjarke Ingels desde 2003. Como el principal de varios proyectos del premio ganador, Jakob ha sido fundamental para ganar algunos de comisiones más grandes de BIG. Él dirigió el diseño y el desarrollo de las residencias de montaña en Copenhague (2008) y sirvió como el líder del proyecto para el nuevo ayuntamiento de Tallin en Estonia, que recibió un premio MIPIM Futuro en 2011. En la actualidad es Socio a Cargo de Stettin 7, un verde edificio residencial en Estocolmo, Suecia 20.000 m2 de gama alta. Jakob también encabeza GRANDES IDEAS, impulsada por la tecnología división de proyectos especiales de BIG. A través del análisis y la simulación, GRANDES IDEAS informa las decisiones de diseño de Big con datos precisos en lugar de estilo o estética - información impulsada diseño. Los proyectos especiales, incluyendo una ventana de granja verde, lámparas a medida y sistemas de construcción apoyan el trabajo del estudio de pequeños detalles a la imagen grande.




Kai-Uwe Bergmann es un socio de BIG, que aporta su experiencia a las propuestas de todo el mundo, incluyendo el trabajo en América del Norte, Europa, Asia y Oriente Medio. Kai-Uwe encabeza el desarrollo de negocios de BIG, que actualmente tiene la oficina de trabajo en 17 países diferentes, así como la supervisión de Comunicaciones de BIG. Registrado como un arquitecto en los EE.UU. (seis estados), Reino Unido y Canadá (una provincia), Kai-Uwe contribuyó recientemente con el plan de resiliencia GRANDE T para proteger a 10 millas de la costa de Manhattan. Él complementa su trabajo profesional a través de tareas docentes anteriores de IE University en Madrid, la Nueva Escuela de Arquitectura de San Diego y su alma mater la Universidad de Virginia. Kai-Uwe También es miembro de la Junta Directiva del Instituto Van Alen, participa en numerosos jurados y conferencias internacionales a nivel mundial sobre las obras de BIG.




La responsabilidad primaria de Sheela Maini Søgaard es la dirección general de BIG, con especial énfasis en las finanzas. Desde que se unió a BIG en agosto de 2008 la atención se ha centrado en la optimización de flujo de caja, la formalización de la política de contratos y ha trabajado con la estructura organizativa, el último de los cuales se ha traducido sobre todo en un realineamiento en el área de Desarrollo de Negocio de BIG. La experiencia profesional de Sheela cubre, entre otras cosas, la optimización de procesos, control de costes y el desarrollo empresarial, las habilidades que ha acumulado desde su tiempo como Director de Desarrollo de Negocio de Meyers ApS, un largo compromiso con GN ReSound, donde tuvo varios papeles que gestionan, la última como Internacional Gerente de Producto, así como su tiempo como consultor de estrategia en McKinsey.




Thomas Christoffersen comenzó su colaboración con Bjarke Ingels en 2001, cuando se formó PARCELA primero. Thomas ha trabajado en cada proyecto notable de las Casas VM a uno de nuestros la mayoría de los acontecimientos mundiales, Biblioteca Nacional de Astana.Actualmente está supervisando el diseño de detalle y construcción de la 75.000m2 de uso mixto West 57 edificio en Manhattan. Otros logros incluyen el diseño de National Bank y Stavanger casa Concierto de Islandia en Noruega. Además de su participación de larga data en todas las cosas grandes, Thomas tomó un año sabático para trabajar en la ciudad de Nueva York con arquitectos trabajan y también ha trabajado con Stan Allen, David Ling en Nueva York y Henning Larsen Architects.

Exposición en curso

Caliente a frío: una odisea de adaptación arquitectónica

24 de enero de 2015 - 30 de agosto de 2015


Videos:

BJARKE INGELS: 3 historia de Arquitectura evolutiva (sub.español) TED 2009 1/2


BJARKE INGELS: 3 historia de Arquitectura evolutiva (sub.español) TED 2009 2/2


Obras publicadas: